Muchas veces resulta difícil para el trabajador probar que trabaja “en negro”, o que sufre acoso laboral, o que sufrió abuso de la firma en blanco, entre otras cuestiones. En una charla de café con unos colegas surgió una interrogante que ha captado mi atención ¿Qué sucede si el trabajador dispone de una grabación en donde su empleador o su superior reconoce dichas maniobras? ¿Son admisibles en un potencial proceso laboral? Analizaremos el tema y trataremos de darle una respuesta.
Una mirada sencilla de los derechos del trabajador